El
sábado a las 19
hs. se va a producir un hecho relevante para la vida de
Ortigoza como equipo: va a jugar su primer clásico oficial, por los puntos. El rival es nada mas y nada menos que el ya conocido
Wanchope, equipo
acejotero de raza como nosotros, pero tan clásico como si tuviera los colores de la bandera italiana.
El clásico con el equipo de
"los pibes grandes del club" que se va a jugar mañana por la tarde/noche tiene solamente cuatro antecedentes, pero todos son recuerdos muy gratos.
El primer partido se postergo
muchisimos años. Desde que somos un equipo formado, allá por los años en los que
arrasábamos con los campeonatos internos del italiano, que pedimos pista para jugar contra los grandes, pero siempre nos
ningunearon.
Hasta que, ya en 2009 y con bastante pelos donde tiene que haber, nos dieron la
chance de jugar ... y no la desaprovechamos.
El primer partido fue trabado, para cualquiera de los dos equipos, pero
Ortigoza -que
todavía no era el nombre del equipo- se impuso por
2 a 1 y dio lugar al
"Que nacieron hijos nuestros ...".El segundo partido fue, hasta ahora, el mas
electrizante de todos. Lo peleamos desde abajo, ante la adversidad y con mucha garra y huevo. Siempre desde abajo, logramos remontar el resultado y, con el partido 2 a 2 y un tiro libre al
área a favor de
Wanchope, un jugador rival expreso el: "Gol gana, o arrugan?".
Ortigoza no arruga. Vino el centro al
área,
después de un cabezazo la pelota dio en el travesaño y se fue al
corner,
seguia el sufrimiento. Sale el
corner, rechaza
Ortigoza y viene la contra.
Wanchope la corta con
foul. Ahora el tiro libre era para nosotros. La pelota al
área, pifia del Chino -hoy arquero del equipo-, pelota bollando en el
área y el mariscal
Llanir la mando al fondo de las redes,
3 a 2 y a cobrar. El equipo se sumergió en un abrazo victorioso. Se había ganado EL partido, así, con
mayúscula.
Los últimos dos partidos lo único que hicieron fue demostrar la superioridad de
Ortigoza sobre su rival. Dos
3 a 0 contundentes hundieron por completo el
autoestima Wanchopero y llenaron de orgullo a los jugadores
Ortigozos.
La historia nos favorece, y la motivación esta por las nubes. Lo único que resta es salir a la cancha ...
Que mañana cueste lo que cueste, que mañana tenemos que ganar (8).