Suele verse a menudo, más aún en tiempos de fútbol laxo y displicente, como los equipos pierden cierta continuidad en su accionar y no consiguen un desempeño regular y con fundamentos.
Es visible desde hace tiempo, como los altibajos afectan a planteles que con matices pasan de sólidas victorias a meras derrotas, pasando por las grises igualdades.
Pero el domingo anterior lo sucedido fue un tanto distinto.
Ortigoza F.C. equipo que encaraba su pretemporada de cara al inicio del torneo clausura del Club Italiano se vio en lo que la mayoría de sus integrantes reconocieron objetivamente como el peor partido en la historia de la agrupación.
Es que a pesar de ser el rival el mismo que se enfrentó en las dos contiendas precedentes, se sucedió un partido en el que parecieron conjugarse y potenciarse todas las falencias futbolísticas.
El partido tomó por sorpresa a un tibio OFC quien se encontró rápidamente 2-0 abajo en el marcador tras un gol en contra y una mala salida de uno de sus defensas.
En el desarrollo en sí, cabe destacar que la vanagloriada nueva defensa 2010 se vio débil e ineficiente, siendo complicada con pelotazos y cruces a las espaldas que ameritaban resoluciones dignas de cuarta o quinta clase de la escuelita de luis.
Por su parte el mediocampo no colaboró en la contención ante avances rivales, dado que sus volantes laterales aportaban poca marca a cuesta de sus proyeciones por las bandas.
Sumado a esto la posición de volante central se ve diezmada desde la baja de Cristian Proietto.
En cuanto a la delantera, desparramó situaciones y no encontró conectar el balón dentro del arco rival.
Párrafo a parte merece el arquero ortigozo (devenido en guardameta rival en contiendas con sus amigos) a quien se vio jugar como pocas veces.
Si bien el equipo local no logró la profundidad y consistencia necesaria en sus ataques, situaciones aisladas que terminan comunmente en gol fueron increíblemente salvadas por el portero quien minuto tras minuto consiguió desmoralizar los ánimos de los delanteros de ortigoza.
A mitad del primer tiempo el match se puso 2-1, pero la respuesta visitante arrojó un 3-1 que cerró la primera etapa.
En la segunda parte del encuentro OFC se propuso desde el vestuario recuperar espacios y volverse punzantemente ofensivo, cuestión que se desvaneció en meras palabras y pocas acciones en consecuencia.
El partido finalizó 4-1, con un tanto mas convertido por los visitantes, quienes aprovecharon el desorden táctico que el equipo desplegó en la desesperación por marcar algún tanto.
Es cierto que no se debe en general escandalizar por situaciones similares a la ocurrida, todos los equipos sufren a menudo fuertes derrotas en relación a las expectativas para con un partido.
Pero el tinte alarmante lo proporciona el hecho de haber sido este encuentro en particular el último antes del inicio del torneo italiano.
Con demasiados deseos de que lo presenciado haya sido una suerte de catársis o liberación de malas vibras todas juntas y en un solo acto, se espera encarar el comienzo del campeonato con la altura que se Ortigoza Fútbol Club se merece.
Cat
