Llegó la sexta

Desde que cayó ese ansiado mensaje de Tomi diciendo que habíamos entrado en el torneo que estamos buscando lo mismo. Y, gracias al esfuerzo, los huevos, la garra, el fútbol y todos esos atributos que identifican a este gran equipo, pudimos lograr lo que vinimos a buscar: la sexta estrella. Y ya va a estar en el pecho para el próximo torneo con la nueva camiseta.

Todo fue paso por paso. Arrancamos cómo siempre, goleando pero no gustando demasiado, pero cumpliendo con nuestras propias expectativas. Hubo altibajos notorios que repercutieron considerablemente en el funcionamiento del equipo, lo que nos hizo tocar fondo en aquel 0-3 que significó la única derrota en la historia de Ortigoza en la fase de grupos. Si hasta Crocco se sorprendió y le pregunto a Tomi si el árbitro no se había equivocado cuando informó sobre el resultado del partido…

Lo que realmente importa es que nos pudimos recuperar de esos golpes, tocamos fondo pero tomamos impulso y salimos más alto que nunca. Nos pusimos en la cabeza algo y lo logramos. Fuimos un equipo hecho y derecho. Un equipo que supo vulnerar todas las adversidades, tanto los equipos con los que nos tocó enfrentarnos como los árbitros. Porque, seamos sinceros, el torneo está hecho para que lo ganen ellos. Pero, a su vez, el torneo está hecho a nuestra medida.

Por eso es la primera de Ortigoza pero la sexta que compartimos casi todos juntos. Como bien dijo el capitán Pucci en la charla previa, lo mejor que hicimos fue encontrar en el equipo la excusa para volver a encontrarnos, a vernos cada fin de semana y volver a jugar al fútbol con amigos. Y por eso el triunfo es doble y se disfruta tanto.

El festejo post partido de ayer va a ser difícil de olvidar. Los abrazos que se cruzaron, las risas, los cantos. Todas las familias y amigos mirando el partido, todas las diferentes generaciones de la ACJ, entonando a coro el nombre del equipo y apoyándonos, haciéndonos sentir locales en territorio ajeno. Por eso quiero felicitar a todo el equipo por el logro conseguido. Porque es de todos, y no solo es un triunfo futbolístico, también es humano.

Canción

PD: ¡DALE CAMPEÓN!